Su alma está muerta
Gusta del homicidio
La impiedad
regocijada en su círculo
de castigo
(Está muy sólo)
las muertes le suplican
más muertos
Desolada su mente
Alejada de casa
Todos lloran aullantes
Fastidio y canturrear
Luminosa
la noche para los suicidas
El niño, sus nuevos y antiguos muertos
pueden esperar, les queda tiempo
para infiernos venideros
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