miércoles, 13 de abril de 2011

DESTIEMPOS / SEGUNDA PARTE


“…: el hombre encorvado encima de su moto no puede concentrarse sino en el instante preciso de su vuelo; se aferra a un fragmento de tiempo desgajado del pasado y del porvenir; ha sido arrancado a la continuidad del tiempo; está fuera del tiempo; dicho de otra manera, está en estado de éxtasis; en este estado, no sabe nada de su edad, nada de su mujer, nada de sus hijos, nada de sus preocupaciones y, por lo tanto, no tiene miedo, porque la fuente del miedo está en el porvenir, y el que se libera del porvenir no tiene nada que temer.”

(La Lentitud, M. Kundera)


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